
Internet y las creencias religiosas
Religiones divertidas
Contenidos
Las religiones están representadas en Internet de muchas maneras. Hay sitios que intentan abarcar todas las religiones, tradiciones y credos, como Patheos (que también ofrece un foro para el ateísmo y el humanismo), Religious Tolerance y Beliefnet. También hay sitios que son específicos de una tradición religiosa. Muchos sitios son grupos de discusión, otros acogen debates teológicos y algunos ofrecen asesoramiento sobre la doctrina religiosa. Algunos sitios pretenden proporcionar una experiencia religiosa facilitando la oración, la meditación o las peregrinaciones virtuales.[1][2][3] La gente también aprovecha los motores de búsqueda para investigar aspectos de la religión.[4] Algunos sitios web religiosos están traducidos a varios idiomas. Por ejemplo, JW.ORG ofrece contenidos en más de 1.000 idiomas.
Ha habido varios intentos de crear comunidades cristianas en línea, que suelen complementar, pero a veces intentan sustituir, a las comunidades cristianas más tradicionales, de ladrillo y cemento[6] Es común que incluso las iglesias cristianas de tamaño moderado, con sólo unos cientos de miembros, tengan sitios web para anunciarse y comunicarse con sus congregaciones. Por ejemplo, Scott Thumma, profesor asociado del Instituto de Investigación Religiosa de Hartford, descubrió que en Estados Unidos, entre 1998 y 2002, la proporción de iglesias con sitios web pasó del 11% al 45%. La mayoría de los sitios se centran en la enseñanza y el debate[7]. Algunos experimentan con reuniones virtuales en el ciberespacio, e intentan incorporar a la experiencia la enseñanza, la oración, el culto e incluso la música[8][9] La i-church es la primera comunidad de Internet reconocida plenamente como iglesia anglicana[10][11].
Juegos antirreligiosos
[A]rticulando la evolución de la práctica religiosa en línea, como se ve en las manifestaciones más recientes de las ciberiglesias, que están vinculadas a contextos en línea y fuera de línea simultáneamente. La “religión digital” no se refiere simplemente a la religión tal y como se interpreta y articula en línea, sino que señala cómo los medios y espacios digitales están dando forma a la práctica religiosa y son moldeados por ella.
Al plantear una distancia entre los seres humanos y lo trascendental, la religión ofrece prácticas de mediación que salvan esa distancia y hacen posible experimentar -y desde una perspectiva más distanciada podríamos decir: producir- lo trascendental. (p. 13)
En un grupo físico, cuando todo el mundo está en una sala, todos estáis conectados, la energía se eleva al aire de los brazos, la espalda en el cuello, estás basado en ella. Los rituales en línea, ya que estás solo en una habitación, realmente dependen de tu capacidad de visualización y de imaginarte literalmente conectado con otras personas en el astral. Pero en lo que a mí respecta el ciberespacio es astral, es una porción diferente de ese plano, así que estás haciendo una conexión energética con la sacerdotisa y el líder, lo que hago cuando estoy haciendo el ritual es que visualizo una conexión que se hace con todas las diferentes personas alrededor físicamente (comunicación personal, 17 de septiembre de 2016)
Ejemplos de religión en línea
McClure, estudiante de doctorado de la Universidad de Baylor, descubrió que el uso de los teléfonos inteligentes y de Internet ha llevado a un mayor número de personas a elegir las partes de una religión que desean seguir, en lugar de ceñirse exclusivamente a un conjunto específico de creencias.
“Escoger significa que la gente siente que ya no está en deuda con las instituciones o el dogma religioso”, explicó McClure. “Hoy en día, quizá en parte porque muchos de nosotros pasamos tanto tiempo en Internet, es más probable que entendamos nuestra participación religiosa como agentes libres que pueden juguetear con una pluralidad de ideas religiosas”.
En la encuesta nacional participaron 1.714 adultos mayores de 18 años, y se tuvo en cuenta el uso de la televisión y los hábitos de Internet. También se preguntó a los encuestados por su afiliación religiosa y por el tiempo que dedicaban a actividades religiosas.
Según McClure, Internet está cambiando drásticamente las creencias religiosas y la forma en que la gente percibe y entiende la religión. También señala que este estudio presenta una oportunidad para futuras investigaciones sobre cómo Internet moldea la religión.
Creencias religiosas tontas
Saltar al contenidoEn 1990, alrededor del 8% de la población estadounidense no tenía ninguna preferencia religiosa. En 2010, este porcentaje se había duplicado con creces hasta alcanzar el 18 por ciento. Eso supone una diferencia de unos 25 millones de personas, que de alguna manera han perdido su religión. Esto plantea una pregunta obvia: ¿cómo es posible? ¿Por qué los estadounidenses están perdiendo su fe? Hoy tenemos una posible respuesta gracias al trabajo de Allen Downey, informático del Olin College of Engineering de Massachusetts, que ha analizado los datos en detalle. Según él, la desaparición es el resultado de varios factores, pero el más controvertido es el aumento de Internet. Llega a la conclusión de que el aumento del uso de Internet en las dos últimas décadas ha provocado un descenso significativo de la afiliación religiosa.Los datos de Downey proceden de la Encuesta Social General, una encuesta sociológica muy respetada realizada por la Universidad de Chicago, que mide regularmente las actitudes y la demografía de la gente desde 1972.
En ese tiempo, la Encuesta Social General ha hecho a la gente preguntas como: “¿cuál es su preferencia religiosa?” y “¿en qué religión se ha criado?”. También recoge datos sobre la edad de cada encuestado, su nivel de estudios, su grupo socioeconómico, etc. Y en la era de Internet, se pregunta cuánto tiempo pasa cada persona en línea. El conjunto de datos que ha utilizado Downey consta de las respuestas de casi 9.000 personas.El planteamiento de Downey es determinar cómo se correlaciona el descenso de la afiliación religiosa con otros elementos de la encuesta, como la educación religiosa, el nivel socioeconómico, la educación, etc.