Las creencias deseos intenciones y demás son estados mentales

Las creencias deseos intenciones y demás son estados mentales

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ResumenEn los últimos tiempos, la filosofía de la mente ha visto aumentar el interés de las teorías de la intencionalidad por ofrecer una explicación funcional de los estados mentales. El punto de vista intencionalista estándar sostiene que los estados mentales pueden ser explicados exhaustivamente en términos de sus contenidos representacionales. Un punto de vista alternativo propuesto por Tim Crane, llamado intencionalismo impuro, especifica los estados mentales en términos de contenido intencional, modo y objeto. También se sugiere que este punto de vista es válido para los estados de conciencia sensorial. Este artículo desarrolla principalmente una alternativa al relato intencionalista impuro de los estados de conciencia sensorial. Sobre la base del trabajo fenomenológico de Husserl, sostengo que un enfoque en la intencionalidad en el nivel de la conciencia sensorial es fenomenológicamente inverosímil. La parte final ofrece una explicación funcional alternativa de la conciencia sensorial basada en lo que Husserl llamó “asociación inmanente”.

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Unidad de la conciencia

En psicología, la teoría de la mente se refiere a la capacidad de comprender a otras personas atribuyéndoles estados mentales (es decir, conjeturando lo que ocurre en su mente). Esto incluye el conocimiento de que los estados mentales de los demás pueden ser diferentes de los propios e incluyen creencias, deseos, intenciones, emociones y pensamientos[1] Poseer una teoría de la mente funcional se considera crucial para tener éxito en las interacciones sociales cotidianas. Las personas utilizan dicha teoría cuando analizan, juzgan e infieren los comportamientos de los demás. El descubrimiento y el desarrollo de la teoría de la mente se debe principalmente a los estudios realizados con animales y niños[2]. Los factores como el consumo de drogas y alcohol, el desarrollo del lenguaje, los retrasos cognitivos, la edad y la cultura pueden afectar a la capacidad de una persona para mostrar la teoría de la mente.

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Se ha propuesto que pueden producirse déficits en la teoría de la mente en personas con autismo (aunque esto es discutible[4]), anorexia nerviosa,[5] esquizofrenia, disforia, trastorno por déficit de atención e hiperactividad,[6] adicción a la cocaína,[7] y daños cerebrales causados por la neurotoxicidad del alcohol;[8] los déficits asociados a la adicción a los opiáceos se revierten tras una abstinencia prolongada. [9] Tener una teoría de la mente es similar, pero no idéntico, a tener la capacidad de empatía[10] o de simpatía.

Intencionalidad deutsch

Las intenciones son estados mentales en los que el agente se compromete a un curso de acción. Tener el plan de visitar el zoo mañana es un ejemplo de intención. El plan de acción es el contenido de la intención mientras que el compromiso es la actitud hacia este contenido. Otros estados mentales pueden tener como contenido planes de acción, como cuando uno admira un plan, pero se diferencian de las intenciones porque no implican un compromiso práctico para realizar este plan. Las intenciones exitosas llevan a cabo el curso de acción previsto, mientras que las intenciones fallidas no lo hacen. Las intenciones, como muchos otros estados mentales, tienen intencionalidad: representan posibles estados de cosas.

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El término “intención” se refiere a un grupo de fenómenos relacionados. Por ello, los teóricos suelen distinguir varios tipos de intenciones para evitar malentendidos. La distinción más discutida es la que existe entre intenciones prospectivas e inmediatas. Las intenciones prospectivas, también conocidas como “intenciones previas”, implican planes para el futuro. Pueden subdividirse en función de la distancia a la que planean: las intenciones proximales implican planes para lo que se quiere hacer de inmediato, mientras que las distales se refieren a un futuro más lejano. Las intenciones inmediatas, por su parte, son intenciones que guían al agente mientras realiza la acción en cuestión. También se denominan “intenciones en la acción” o intenciones “relacionadas con el acto”. El término “intención” suele referirse a los medios o fines previstos que motivan al agente. Pero en algunos casos, puede referirse a efectos secundarios previstos que no son ni medios ni fines para el agente. En este caso, a veces se utiliza el término “intención oblicua”. Las intenciones son evaluables racionalmente: son racionales o irracionales. Las intenciones conscientes son la forma paradigmática de intención: en ellas, el agente es consciente de sus objetivos. Pero se ha sugerido que las acciones también pueden estar guiadas por intenciones inconscientes de las que el agente no es consciente.

Qué es la intención

Las principales teorías y modelos de las ciencias físicas, incluida la neurociencia, son coherentes con el principio de causalidad. Las explicaciones totalmente causales dan sentido a cómo van las cosas, pero son intrínsecamente neutrales en cuanto a los valores, ya que no proporcionan ninguna base objetiva para que las creencias verdaderas sean mejores que las falsas, ni para que sea mejor tener una intención sabia que una tonta. Dennett (1987) plantea un punto relacionado al llamar al cerebro un motor sintáctico (basado en procedimientos). Dice que desde ahí no se puede llegar a un motor semántico (basado en el significado). Sugiere que la psicología popular gira en torno a una postura intencional que es independiente de las teorías causales del cerebro, y da cuenta de constructos como los significados, la agencia, la creencia verdadera y el deseo sabio. Dennett propone que la postura intencional es tan poderosa que puede desarrollarse en una teoría intencional válida. Este artículo amplía el modelo de Dennett en un principio de intencionalidad que gira en torno al constructo de la sabiduría objetiva. Este principio proporciona una estructura que puede dar cuenta de todos los procesos mentales y de la comprensión científica del valor objetivo. Se sugiere que la ciencia puede desarrollar una visión del mundo mucho más completa con una combinación de los principios de causalidad e intencionalidad de lo que sería posible con las teorías científicas que son consistentes con el principio de causalidad solamente.

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