Las creencias porq no son ciencia
La religión y la ciencia coexisten
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El difunto físico de origen alemán Albert Einstein creía que la ciencia sin la religión era coja, y la religión sin la ciencia era ciega. Pero el debate sobre si la ciencia y la religión pueden coexistir ha existido desde los albores de la humanidad y sigue dividiendo la opinión aún hoy, como descubrió INCH.
“Eso supondrá una contribución sustancial para nuevas escuelas, parques, centros comunitarios e incluso hospitales”, dijo Jim. “Será transformador para esas comunidades. Marcará la diferencia en sus vidas”.
“Estas propuestas podrían ayudar a acelerar el desarrollo de la industria, lo que es importante para que el gas de esquisto contribuya a la seguridad energética del Reino Unido y proporcione un combustible puente hacia una economía con bajas emisiones de carbono, como cree el Gobierno”, afirmó el presidente de la asociación, Henry Robinson.
En agosto compró la participación del 51% de BG Group en la capa de esquisto de una licencia de exploración (PEDL 133) que abarca 329 kilómetros cuadrados en torno a su planta escocesa de refinado y petroquímica de Grangemouth.
Religión contra ciencia
A lo largo de los siglos, la relación entre la ciencia y la religión ha oscilado entre el conflicto y la hostilidad y la armonía y la colaboración, mientras que diversos pensadores han defendido que ambos conceptos son intrínsecamente opuestos y están totalmente separados.
Pero gran parte de la investigación y el debate recientes sobre estas cuestiones se han producido en un contexto occidental, principalmente a través de una lente cristiana. Para comprender mejor las formas en que la ciencia se relaciona con la religión en todo el mundo, el Centro de Investigación Pew contrató a un pequeño grupo de musulmanes, hindúes y budistas para que hablaran sobre sus perspectivas. Estas entrevistas individuales y en profundidad tuvieron lugar en Malasia y Singapur, dos países del sudeste asiático que han realizado importantes inversiones en investigación y desarrollo científico en los últimos años y que albergan poblaciones religiosas diversas.
Los debates reforzaron la conclusión de que no existe una visión única y universal de la relación entre ciencia y religión, pero también identificaron algunos patrones y temas comunes dentro de cada uno de los tres grupos religiosos. Por ejemplo, muchos musulmanes expresaron la opinión de que el islam y la ciencia son básicamente compatibles, aunque al mismo tiempo reconocieron algunas áreas de fricción, como la teoría de la evolución que entra en conflicto con las creencias religiosas sobre los orígenes y el desarrollo de la vida humana en la Tierra. La evolución también ha sido un punto de discordia entre la religión y la ciencia en Occidente.
Armonía modelo religión y ciencia
Las creencias son un aspecto fundamental de la cognición humana que cumple importantes funciones individuales y sociales. Explícitamente, las creencias proporcionan significado, confort y comunalidad (Hogg y Mulling, 1999; Heine et al., 2006). Esto es especialmente cierto en el caso de la fe religiosa, que se asocia con una serie de beneficios psicológicos positivos. Entre ellos, la moderación de los factores negativos relacionados con la falta de control (Kay et al., 2009), la reducción de la ansiedad (Inzlicht et al., 2011) y la disminución del estrés (Ano y Vasconcelles, 2005). Farias et al. (2013) sostienen que las creencias seculares, como el humanismo y las ideologías políticas, desempeñan funciones comparables en los individuos no religiosos (Gray, 2004).
Reconociendo el papel potencialmente importante que desempeñan las creencias seculares en la sociedad moderna, Farias et al. (2013) desarrollaron la Escala de Creencia en la Ciencia (BISS). La BISS es una herramienta de investigación de 10 ítems, que mide el grado en que los individuos respaldan la legitimidad del enfoque científico. En particular, la BISS evalúa la creencia en el valor de la ciencia como institución y fuente de conocimiento superior. En consecuencia, la escala reconoce las diferencias en las actitudes hacia la ciencia. Éstas van desde el rechazo del enfoque científico, pasando por la aceptación de la ciencia como fuente de conocimiento fiable pero falible, hasta la convicción de que la ciencia proporciona una visión exclusiva y verídica de la realidad. Esta última perspectiva doctrinaria presenta a la ciencia como un valor único y central. En consonancia con esto, los rasgos que definen la creencia en la ciencia son la confianza en la validez de los métodos y resultados científicos. Además, una mayor creencia en la ciencia se asocia a un rechazo absoluto de las nociones que se sitúan fuera del marco científico tradicional. Esto se manifiesta típicamente como el rechazo de las creencias no fundamentadas científicamente (es decir, lo paranormal) y el escepticismo religioso.
Religión y ciencia
Por qué la religión no va a desaparecer y la ciencia no la destruiráEn la Iglesia del Santo Salvador en Chora, Estambul. Foto de Guillen Perez/Flickriby Peter Harrison + BIOEn la Iglesia del Santo Salvador en Chora, Estambul. Foto de Guillen Perez/FlickrEn 1966, hace poco más de 50 años, el distinguido antropólogo de origen canadiense Anthony Wallace predijo con seguridad la desaparición global de la religión a manos de una ciencia que avanzaba: “la creencia en los poderes sobrenaturales está condenada a desaparecer, en todo el mundo, como resultado de la creciente adecuación y difusión del conocimiento científico”. La visión de Wallace no era excepcional. Por el contrario, las ciencias sociales modernas, que tomaron forma en la Europa occidental del siglo XIX, tomaron su propia experiencia histórica reciente de secularización como modelo universal. En el centro de las ciencias sociales se encontraba una suposición, que presumía o a veces predecía que todas las culturas acabarían convergiendo en algo más o menos parecido a la democracia secular, occidental y liberal. Luego ocurrió algo más parecido a lo contrario.