Personas de probada espiritualidad hacen bajar la tasa de delitos
¿Cómo afecta la religión a la delincuencia?
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imagen: Durante 2007-2010, cuando el tamaño de un grupo de participantes avanzados en el programa TM-Sidhi superó el umbral previsto para reducir las tendencias negativas (√1%), se produjo un cambio significativo en la tasa nacional de homicidios de EE.UU. y en la delincuencia violenta urbana. En relación con el periodo de referencia de 2002-2006, el descenso de la tasa de homicidios fue del 21,2% (5,3% anual) y del 18,5% (4,6% anual) en el caso de los delitos violentos.
¿Puede la meditación en grupos grandes reducir la tasa de criminalidad? El más reciente de una serie de estudios que abarcan décadas sugiere de nuevo que un grupo suficientemente grande que practica un programa avanzado de Meditación Trascendental, el programa TM-Sidhi, se asocia con una disminución de la violencia social.
Para el período 2007-2010, cuando había un grupo suficientemente grande, el análisis estadístico encontró una disminución significativa tanto en la tasa nacional de homicidios como en la tasa de delitos violentos urbanos en comparación con las tendencias durante el período de referencia de 2002-2006.
El descenso total de la tasa de homicidios en relación con la tasa media de referencia fue del 21,2% durante el período de intervención de cuatro años (5,3% por año). El análisis de los datos mensuales mostró que la tendencia al alza de los homicidios en EE.UU. durante el periodo de referencia 2002-2006 se invirtió durante el periodo de intervención 2007-2010 del estudio (ver gráfico). Los investigadores estiman que se evitaron 8.157 homicidios gracias al cambio altamente significativo de una tendencia creciente a una tendencia decreciente en las tasas de homicidio.
Correlación entre las iglesias y la delincuencia
Este documento de investigación ofrece una revisión de la literatura sobre religión y delincuencia desde tres áreas temáticas distintas: (1) los efectos de la religión en la comisión de actos delictivos y desviados, (2) los efectos de la religión en la mala conducta y la reincidencia en las prisiones, y (3) los efectos de la religión en las actitudes hacia el control de la delincuencia. Los estudios en las tres áreas sugieren una relación matizada e inconsistente entre la religión y la delincuencia. Es justo decir que la religión, en diversos grados, está relacionada con varios factores relacionados con la delincuencia.
Ha surgido una impresionante literatura de investigación que identifica vínculos entre la religión y una amplia gama de actitudes, comportamientos y acontecimientos vitales. Esta investigación sugiere que la religiosidad -un compromiso cognitivo y conductual con la religión organizada- está asociada a factores como la amabilidad interpersonal; el bienestar psicológico y físico; el consuelo para quienes se enfrentan a situaciones vitales difíciles, como los problemas familiares, el divorcio y el desempleo; la felicidad conyugal; la participación en la política y los movimientos políticos; y el voluntariado en organizaciones comunitarias. Un tema recurrente en esta literatura es que la religión puede operar como una fuerza social para reducir los comportamientos negativos y aumentar los positivos.
Estadísticas de los índices de criminalidad por religión
Para describir el efecto de la asistencia a la iglesia sobre la delincuencia, Moreno-Medina considera un tercer factor: el tiempo. Su idea se basa en dos conclusiones. En primer lugar, la mayoría de los servicios religiosos en EE.UU. se celebran entre las 9.00 y las 13.00 horas. En segundo lugar, cuando llueve a esa hora, se produce un descenso del 17% en la asistencia a las iglesias. Dado que la lluvia a esa hora concreta y la delincuencia pueden considerarse aleatorias, cree que observando la relación entre la delincuencia y el número de domingos del año en que ha llovido, puede evaluar el efecto de la asistencia a la iglesia sobre la delincuencia.
En su investigación, Moreno-Medina sugiere varios mecanismos posibles que vinculan la participación religiosa y la delincuencia. Algunos de estos mecanismos apoyan la idea de que la participación religiosa reduce la delincuencia, mientras que otros se oponen a ella. Un ejemplo de los primeros es la creencia de que las personas serán castigadas en el más allá por cometer delitos. Por otro lado, la afiliación religiosa puede generar conflictos entre grupos y, por tanto, aumentar ciertos tipos de delitos. Moreno-Medina sostiene que estas hipótesis pueden comprobarse científicamente con datos.
¿La religión reduce los índices de delincuencia?
Existe un renovado interés entre los académicos por comprender cómo las creencias religiosas moldean y son moldeadas por otras fuerzas sociales. Impulsados por la creciente disponibilidad de datos administrativos y de encuestas de alta calidad, los investigadores utilizan cada vez más los métodos cuantitativos y estadísticos de las ciencias sociales para tratar de medir y caracterizar el impacto de la religión en la sociedad en general. Por ejemplo, numerosos estudios académicos han demostrado que las comunidades con un elevado número de adeptos a la religión tienen menores índices de delincuencia. Otros estudios también constatan que los individuos más religiosos tienen menos probabilidades de participar en comportamientos delictivos.
Una posibilidad obvia es que la religión proporciona a los creyentes un conjunto de valores morales y, debido a esos valores, es menos probable que los creyentes se involucren en conductas delictivas. Esta es la conclusión tradicional a la que llegan los estudios que se centran en los vínculos entre la religión y la delincuencia. Otra posibilidad es que, una vez que un individuo decide delinquir, es menos probable que quiera participar en actividades religiosas. En este caso, en lugar de que la religión reduzca la delincuencia, la delincuencia aleja a las personas de la religión. Además, algún tercer factor, como la edad (las personas mayores tienden a ser más religiosas, y las personas mayores cometen menos delitos), podría explicar tanto la religión como la delincuencia. En cualquiera de estos casos, observaríamos una relación negativa entre las medidas de creencias religiosas y las medidas de delincuencia.