Como limpiar la mente según la biblia
Devocional de desintoxicación del alma
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“He aquí que hoy pongo ante vosotros una bendición y una maldición: Una bendición, si obedecéis los mandamientos del Señor vuestro Dios, que yo os ordeno hoy: Y una maldición, si no obedecéis los mandamientos del Señor vuestro Dios, y os apartáis del camino que yo os mando hoy, para ir en pos de otros dioses que no habéis conocido.” Deuteronomio 11:26-28
¿Se ha preguntado alguna vez cómo es que algunos cristianos parecen tener más que su cuota de problemas en la vida? A menudo escuchamos peticiones de oración que describen un problema tras otro que ataca a los cristianos a diestra y siniestra. Expresan que sienten que Dios los ha abandonado y que están malditos. ¿Podrían tener razón? Para poder determinar si nos hemos salido de la voluntad de Dios, necesitamos examinar nuestras vidas para ver si hay algún lugar en el que nos hayamos desviado de los caminos de Dios.
“Por tanto, vendrá sobre ti el mal, que no sabrás de dónde procede; y caerá sobre ti el mal, que no podrás evitar; y te vendrá de repente la desolación, que no conocerás. Quédate ahora con tus encantos y con la multitud de tus hechicerías, en las que has trabajado desde tu juventud; si es que puedes aprovechar, si es que puedes vencer. Te cansas en la multitud de tus consejos. Que se levanten ahora los astrólogos, los observadores de las estrellas, los pronosticadores mensuales, y te salven de estas cosas que te sobrevendrán. He aquí que serán como hojarasca; el fuego los quemará; no se librarán del poder de la llama; no habrá carbón para calentarse, ni fuego para sentarse ante él.” Isaías 47:11-14
Tipos de limpieza en la Biblia
Las actitudes tóxicas, los comportamientos y las influencias culturales que permites en tu vida ponen tu alma en peligro. Usted no puede evitar el contacto con tales toxinas en este mundo caído, pero no tiene que ser contaminado por ellas. Puedes desintoxicar tu alma y comenzar a experimentar la vida pura que Dios quiere que disfrutes. He aquí cómo:
Date cuenta de que todo cuenta. Absolutamente todo lo que permites en tu mente y en tu vida tiene un impacto en cómo creces o no creces espiritualmente. Las pequeñas elecciones que haces cada día se suman a un efecto significativo en tu alma. Así que toma tus decisiones diarias seriamente.
Identifica las mentiras que te han engañado y reemplázalas con la verdad. Examina tu vida en busca de tóxicos: comportamientos (lo que haces que daña tu eficacia espiritual o te distrae de los propósitos de Dios para tu vida), emociones (sentimientos que te alejan de la verdad de Dios) y consumos (medios de comunicación que consumes y personas con las que pasas tiempo). Pide a Dios que te dé la sabiduría que necesitas para discernir cuáles de todos ellos son tóxicos para ti.
Importancia de la limpieza espiritual
No la limpieza, sino el estado de estar limpio. Una ducha fresca para eliminar el sudor de un día caluroso resulta muy refrescante. El simple placer de ponerse un jersey recién lavado, meterse en unas sábanas limpias a la hora de dormir u oler a un bebé después de su baño.
A través del profeta Ezequiel, Dios prometió un día en el que nos purificaría completamente. “Rociaré agua limpia sobre vosotros, y quedaréis limpios; os limpiaré de todas vuestras impurezas y de todos vuestros ídolos. Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo en vosotros; quitaré de vosotros vuestro corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Y pondré mi Espíritu en vosotros y os moveré a seguir mis decretos y a cuidar de guardar mis leyes” (Ezequiel 36, 25-27).
Más que la suciedad del trabajo físico, nuestros cuerpos soportan la suciedad del pecado. Violamos nuestros cuerpos -el templo del Dios vivo- mediante la inmoralidad sexual. Incluso cuando otros perpetran la ofensa, llevamos una mancha de vergüenza que el jabón no puede quitar. Sólo Jesús puede borrar la culpa y la vergüenza que contaminan nuestros cuerpos. Dios puso la condena y el castigo del pecado sobre los hombros de Jesús. Mucho antes de Jesús, Dios aseguró a su pueblo que enviaría un Redentor para limpiarlo. “Aunque vuestros pecados sean como la grana, quedarán blancos como la nieve; aunque sean rojos como el carmesí, quedarán como la lana” (Isaías 1:18). Y nos liberó de toda vergüenza purificándonos y declarándonos santos.
¿Qué es la limpieza en la Biblia?
Mientras limpias los armarios y barres debajo de los muebles, piensa en esto: La limpieza de primavera, aunque merece la pena, sólo durará una temporada, pero la limpieza espiritual podría tener una influencia duradera. Así que no se limite a quitar el polvo de las estanterías. En cambio, desempolva esa Biblia y prepárate para una limpieza espiritual de primavera.
La Biblia nos anima a acercarnos a Dios y permitir que nuestros corazones y cuerpos se limpien. Este es el primer paso en nuestro proyecto de limpieza de primavera. No podemos limpiarnos a nosotros mismos. En cambio, debemos acercarnos a Dios y pedirle que haga la limpieza.
La limpieza espiritual requiere una limpieza profunda – es una limpieza que va más allá de lo que otros ven y oyen. Es una limpieza desde dentro, por dentro y por fuera. A medida que su corazón se limpia, su lenguaje debe seguir. Esto no sólo se refiere a las malas palabras, sino también a las conversaciones negativas y a los pensamientos pesimistas que contradicen la Palabra de Dios y la fe. Esto incluye el reto de dejar de quejarse.
Esta es una de las mayores áreas de lucha para la mayoría de nosotros: eliminar la basura de nuestra mente. La basura que entra es igual a la basura que sale. Debemos alimentar nuestras mentes y espíritus con la Palabra de Dios en lugar de la basura de este mundo.