
Diferencia entre conciencia y mente
Diferencia entre mente y cerebro
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En la década de 1990, el neurocientífico Melvyn Goodale empezó a estudiar a personas con una condición llamada agnosia visual de la forma. Estas personas no pueden ver conscientemente la forma o la orientación de los objetos, pero actúan como si lo hicieran. “Si les pones un lápiz delante y les preguntas si es horizontal o vertical, no te lo pueden decir”, dice Goodale, director fundador del Instituto del Cerebro y la Mente de la Universidad de Western en Londres (Canadá). “Pero, sorprendentemente, pueden estirar el brazo y coger el lápiz, orientando su mano correctamente al estirar el brazo para hacer contacto con él”.
Cerebro vs. Mente vs. Conciencia
En este post vamos a responder a la pregunta ”¿Cuál es la relación entre el cerebro, la mente y la conciencia?” Explicaremos la relación entre estos dos conceptos y también, explicaremos la neurofisiología de la mente y las principales disputas de estos conceptos.
Los avances en el conocimiento de la actividad cerebral aportados por las Neurociencias hacen pensar a algunos que este misterio está a punto de resolverse. ¿Es esto cierto y en qué sentido? ¿Pueden las Neurociencias dar paso a una reducción de la mente a la mera actividad del cerebro como pretende la explicación materialista, o es todo lo contrario?
Pasan décadas en la historia de la psicología y la neurociencia, pero seguimos sin atribuir un lugar específico a la mente; a lo sumo, el cerebro es el conjunto de órganos al que atribuimos, de forma bastante imprecisa, esa capacidad de albergar vida mental. Pero, ¿es esto exacto? Para entenderlo, vayamos a los orígenes de la cuestión de dónde está la mente.
La teoría dualista de Descartes es posiblemente el primer gran esfuerzo de la historia de la humanidad por localizar esa vida mental en la anatomía humana: el francés propuso la glándula pineal como la estructura de la que emanan nuestros pensamientos.
Mente y conciencia
Peter Carruthers, catedrático distinguido de filosofía en la Universidad de Maryland, College Park, es un experto en filosofía de la mente que se basa en gran medida en la psicología empírica y la neurociencia cognitiva. Esbozó muchas de sus ideas sobre el pensamiento consciente en su libro de 2015 The Centered Mind: What the Science of Working Memory Shows Us about the Nature of Human Thought. Más recientemente, en 2017, publicó un artículo con el sorprendente título de “La ilusión del pensamiento consciente.” En la siguiente conversación extractada, Carruthers explica al editor Steve Ayan las razones de su provocadora propuesta.
Creo que toda la idea del pensamiento consciente es un error. Llegué a esta conclusión siguiendo las implicaciones de las dos principales teorías de la conciencia. La primera es la llamada Teoría del Espacio de Trabajo Global, asociada a los neurocientíficos Stanislas Dehaene y Bernard Baars. Su teoría afirma que, para ser considerado consciente, un estado mental debe estar entre los contenidos de la memoria de trabajo (la “interfaz de usuario” de nuestra mente) y, por tanto, estar disponible para otras funciones mentales, como la toma de decisiones y la verbalización. En consecuencia, los estados conscientes son los que se “emiten globalmente”, por así decirlo. El punto de vista alternativo, propuesto por Michael Graziano, David Rosenthal y otros, sostiene que los estados mentales conscientes son simplemente aquellos que conoces, de los que eres directamente consciente de una manera que no requiere que te interpretes a ti mismo. No tienes que leer tu propia mente para saber de ellos. Ahora bien, sea cual sea el punto de vista que se adopte, resulta que los pensamientos, como las decisiones y los juicios, no deben considerarse conscientes. No son accesibles en la memoria de trabajo, ni somos directamente conscientes de ellos. Simplemente tenemos lo que yo llamo “la ilusión de la inmediatez”, la falsa impresión de que conocemos nuestros pensamientos directamente.
Qué es la mente
En este post vamos a responder a la pregunta “¿Cuál es la relación entre el cerebro, la mente y la conciencia?”. Explicaremos la relación entre estos dos conceptos y también, explicaremos la neurofisiología de la mente y las principales disputas de estos conceptos.
Los avances en el conocimiento de la actividad cerebral aportados por las Neurociencias hacen pensar a algunos que este misterio está a punto de resolverse. ¿Es esto cierto y en qué sentido? ¿Pueden las Neurociencias dar paso a una reducción de la mente a la mera actividad del cerebro como pretende la explicación materialista, o es todo lo contrario?
Pasan décadas en la historia de la psicología y la neurociencia, pero seguimos sin atribuir un lugar específico a la mente; a lo sumo, el cerebro es el conjunto de órganos al que atribuimos, de forma bastante imprecisa, esa capacidad de albergar vida mental. Pero, ¿es esto exacto? Para entenderlo, vayamos a los orígenes de la cuestión de dónde está la mente.
La teoría dualista de Descartes es posiblemente el primer gran esfuerzo de la historia de la humanidad por localizar esa vida mental en la anatomía humana: el francés propuso la glándula pineal como la estructura de la que emanan nuestros pensamientos.