
La mente puede crear recuerdos falsos
Cómo reconocer los falsos recuerdos
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La falsa memoria se refiere a los casos en los que las personas recuerdan acontecimientos de forma diferente a como sucedieron o, en el caso más dramático, recuerdan acontecimientos que nunca sucedieron. Los recuerdos falsos pueden ser muy vívidos y sostenerse con gran confianza, y puede ser difícil convencer a alguien de que el recuerdo en cuestión es erróneo. Los psicólogos han estudiado los falsos recuerdos en situaciones de laboratorio en las que los acontecimientos están bien controlados y se puede saber exactamente lo que ocurrió. Estos experimentos han revelado una serie de factores que son responsables de la creación de falsos recuerdos. En los próximos párrafos se revisarán algunos de estos factores.
Consideremos algunos de los problemas que pueden surgir cuando se intenta reconocer si un acontecimiento ocurrió o no en el pasado. Las pruebas de reconocimiento piden a los sujetos que tomen decisiones sobre si han visto o no cada una de una serie de palabras, objetos o personas antes, y algunos de los elementos de la prueba son antiguos (estudiados) y otros son nuevos. La rueda de reconocimiento es un ejemplo de prueba de reconocimiento cotidiana.
Cómo arreglar los falsos recuerdos
La memoria humana es muy compleja y, cuando funciona bien, nos permite hacer muchas cosas. Pero lo cierto es que no es infalible. ¿Ha oído hablar alguna vez de los falsos recuerdos? Son narraciones de hechos que la persona cree que son verdaderos, por lo que vivió o a lo que estuvo expuesta, pero que en realidad nunca ocurrieron.
Un falso recuerdo no es una mentira; quien cuenta un falso recuerdo como verdadero cree que está diciendo la verdad. No en vano, cientos de personas acaban en la cárcel por ser testigos que fueron traicionados por sus recuerdos, o narran un hecho de forma diferente a la que ocurrió, como forma de protegerse del trauma.
Los recuerdos que se graban en nuestra mente no siempre son verdaderos. ¿Cómo es eso? Porque puedes estar guardando imágenes que viste en una fotografía o en una película, lo que te han contado sobre algo que sucedió e incluso lo que imaginaste de una historia o episodio.
Puedes hacer la prueba y preguntar a tus padres cómo fue el día de su boda, por ejemplo, y te darás cuenta de que aunque hay recuerdos en común, también hay otros que no tienen nada que ver, como si se hubieran casado en otro lugar o época.
Síndrome de la falsa memoria
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A la mayoría de nosotros nos gusta creer que tenemos una memoria razonablemente buena. Claro que podemos olvidar dónde dejamos las llaves del coche de vez en cuando y, por supuesto, todos hemos olvidado el nombre de alguien, un número de teléfono importante o incluso la fecha de nuestro aniversario de boda. Pero cuando se trata de recordar cosas importantes, como un acontecimiento querido de la infancia, nuestros recuerdos son precisos y fiables, ¿verdad?
Aunque podríamos comparar nuestros recuerdos con una cámara fotográfica, que preserva cada momento con perfecto detalle tal y como ocurrió, la triste realidad es que nuestros recuerdos son más bien un collage, reconstruido a veces de forma burda, con algún adorno ocasional o incluso una fabricación directa.
En un famoso experimento realizado en 1995, la experta en memoria Elizabeth Loftus consiguió que el 25% de sus participantes creyeran un falso recuerdo de que se habían perdido en un centro comercial cuando eran niños. Otro estudio de 2002 reveló que se podía hacer creer erróneamente a la mitad de los participantes que habían dado una vez un paseo en globo aerostático cuando eran niños, simplemente mostrándoles “pruebas” fotográficas manipuladas.
Falsos recuerdos de abusos
Los falsos recuerdos son bastante fáciles de fabricar: Los científicos pueden implantarlos en los cerebros de sus sujetos de investigación; los agentes de la ley pueden hacerlo involuntariamente con los testigos presenciales. Y a veces, ni siquiera se necesita ayuda: el cerebro invoca recuerdos falsos por sí solo. Como escribió recientemente Simon Mankin en Scientific American, una nueva investigación muestra exactamente lo que ocurre en el cerebro cuando se recuerda algo que nunca ocurrió.
Durante la tarea, se presenta a los participantes una lista de palabras, como “nieve”, “hielo”, “invierno” y “calor”, todas ellas relacionadas con otra palabra “señuelo” (en este caso “frío”) que nunca se presenta. Tras un cierto retraso, los participantes deben recordar tantas palabras de la lista como puedan, y la gente suele decir que recuerda claramente haber visto la palabra señuelo.
En el pasado, escribió Makin, la gente ha explicado la tarea DRM señalando que “significados similares pero no idénticos están representados por patrones de actividad similares en el cerebro, y esa actividad superpuesta conduce a falsos recuerdos”. Esta explicación, sin embargo, sigue siendo una hipótesis, ya que hasta hace poco los científicos no habían sido capaces de identificar esos patrones específicos de actividad.