Meditacion para enfocar la mente
Meditación para concentrarse en el estudio
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Muchas personas con una forma de ansiedad caracterizada por un exceso de preocupación descubren que pasan una cantidad excesiva de tiempo reflexionando sobre el futuro o el pasado. Las investigaciones publicadas en la revista Science sugieren que hacerlo empeora nuestro estado de ánimo. ¿Le afecta a usted esta tendencia tan humana a dejarse llevar por pensamientos sobre el pasado y el futuro?
Pruebe un experimento: durante la próxima hora, programe un temporizador para que suene cada diez minutos. Cuando lo haga, pregúntate inmediatamente si tu mente estaba concentrada; ¿qué estaba haciendo en el momento exacto en que el temporizador se apagó? ¿Estabas rumiando el pasado? ¿Estabas perdido en tus pensamientos sobre cómo esperas que sea el futuro? ¿O estabas totalmente concentrado en lo que estabas haciendo?
Mejorar la concentración, es decir, no perderse en los pensamientos, requiere práctica. Entrenar tu concentración en un objeto o tarea específica es una gran manera de lograrlo. Tanto si estás leyendo un artículo, como si estás comiendo o corriendo por la calle, busca los momentos en los que tu mente se distrae de lo que estás haciendo. Esto puede ser un gran reto. Quizá la mejor manera de perfeccionar esta habilidad sea la meditación.
Meditación para la concentración y la motivación
La meditación es una técnica popular para la relajación y el alivio del estrés que puede aumentar significativamente su capacidad de concentración y enfoque. La concentración es la capacidad de prestar atención a una cosa a expensas de todas las demás, lo que puede ser muy difícil en una sociedad que hace hincapié en la multitarea y el éxito. Aumentar tu capacidad de concentración puede fomentar la creatividad, promover la capacidad de resolver problemas y disminuir el estrés asociado a la gestión de más de una tarea a la vez.
Cuando se medita, el objetivo es centrarse en una cosa y dejar que los demás pensamientos pasen de largo, según la Clínica Mayo. Para alguien que tiene dificultades para prestar atención a una sola cosa (lo que incluye a la mayoría de nosotros), eso puede ser desalentador. Una forma fácil de empezar es simplemente escuchar la respiración.
La mayoría de las personas son inquietas. Sentarse perfectamente es una práctica bastante extraña, pero puede ayudarte a concentrarte al ponerte en control de tu cuerpo físico en lugar de ser controlado por tu comodidad. Siéntate tan cómodamente como puedas, pero no te preocupes por escuchar tu respiración. Cierra los ojos e intenta no mover ni un solo músculo. Te verás bombardeado por picores, pelos que te hacen cosquillas en la cara y articulaciones que protestan. A no ser que sientas un dolor superior a las molestias habituales, no sucumbas a nada. La concentración requerida para ignorar tu cuerpo y sentarte perfectamente quieto calmará tu mente y aumentará tu capacidad de concentración con el tiempo.
Meditación de 5 minutos para concentrarse
A todos nos ha pasado. Estás sentado en una reunión o en un aula, supuestamente prestando atención, pero tu mente hace tiempo que se ha desviado, haciendo una lista de todas las cosas que tienes que hacer, o que podrías estar haciendo si no estuvieras atrapado aquí…
De repente te das cuenta de que todos te miran expectantes, esperando una respuesta. Pero tú te quedas con la mirada perdida, agarrándote a un clavo ardiendo para dar una respuesta medio coherente. La maldición de la mente errante.
Pero no te preocupes, no estás solo. De hecho, en un estudio reciente realizado por Matthew Killingsworth y Daniel Gilbert se tomaron muestras de más de 2.000 adultos durante sus actividades cotidianas y se descubrió que el 47% de las veces, sus mentes no estaban concentradas en lo que estaban haciendo en ese momento. Y lo que es más sorprendente, cuando la mente de las personas divagaba, decían ser menos felices.
Esto sugiere que sería bueno encontrar formas de reducir estas distracciones mentales y mejorar nuestra capacidad de concentración. Irónicamente, el propio vagabundeo mental puede ayudar a fortalecer nuestra capacidad de concentración, si se aprovecha adecuadamente. Esto puede lograrse utilizando una habilidad milenaria: la meditación. De hecho, una nueva oleada de investigaciones revela lo que ocurre en nuestro cerebro cuando nuestra mente divaga, y arroja luz sobre la gran cantidad de beneficios cognitivos y emocionales que conlleva una mayor concentración.
Meditación focalizada
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Este estilo de meditación le permite centrar su atención en un objeto, sonido o sensación, en lugar de tratar de lograr una mente clara sin un punto focal específico. La meditación focalizada también es posible sin un instructor o profesor, lo que la hace accesible a cualquier persona con unos minutos de tiempo, algo en lo que centrarse y un lugar tranquilo.
A diferencia de la meditación clásica, en la que no te concentras en nada para calmar tu mente, con la meditación focalizada sigues estando en el presente, pero te concentras totalmente en una cosa. Por lo general, te centras en estímulos sensoriales como sonidos, elementos visuales, sensaciones táctiles, sabores, olores e incluso en tu propia respiración, de forma similar a las técnicas de meditación de atención plena.
Hay muchas escuelas de pensamiento sobre el origen de la meditación. La meditación se remonta a la antigua India, donde se recuperaron los primeros registros escritos sobre la meditación. Las primeras formas de esta práctica también se remontan a las culturas hindúes y budistas. La meditación también está vinculada a la filosofía del taoísmo en China.