
Modularidad de la mente
La filosofía de la mente de Leibniz
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Jerry Fodor (1983) es el más firme defensor de una teoría modular de la cognición. Fodor sostiene que ciertos procesos psicológicos son autónomos, o modulares. Esto contrasta con las posiciones de la “nueva mirada” o del cognitivismo moderno, que sostienen que casi todos los procesos psicológicos están interconectados y que intercambian información libremente.
Fodor propone un sistema cognitivo de tres niveles. El primer nivel del sistema, el “nivel transductor”, transforma las señales del entorno en una forma que pueda ser utilizada por el organismo cognitivo. El segundo nivel, el de los sistemas de entrada, realiza funciones básicas de reconocimiento y descripción. En el modelo de Fodor, los sistemas de entrada son modulares. El tercer nivel del sistema, el de las funciones cognitivas de nivel superior, realiza operaciones complejas sobre la salida de los sistemas de entrada. Un ejemplo de proceso de nivel superior es el pensamiento analógico.
Fodor sostiene que los sistemas de entrada son modulares y que los procesos cognitivos de nivel superior son no modulares. Esto significa que toda la información necesaria para realizar sus tareas de reconocimiento y descripción está contenida en los sistemas de entrada. Por ejemplo, la percepción de objetos puede ser modular, en cuyo caso el módulo de percepción de objetos no necesita hacer referencia a los módulos de lenguaje, o a los módulos de música, o a los módulos de matemáticas para realizar sus operaciones. En cambio, los procesos de nivel superior tienen acceso a toda la información contenida en el sistema cognitivo cuando realizan una operación determinada. Fodor pone el ejemplo del razonamiento científico (un proceso cognitivo de nivel superior). Potencialmente, al resolver un problema científico, el científico puede hacer referencia a cualquier conocimiento que tenga sobre el mundo para ayudar a resolver este problema. Así, si es necesario, se puede hacer referencia a los conocimientos sobre botánica para entender los problemas de matemáticas.
Modularidad masiva
Un hito dentro de la tradición de la psicología cognitiva. Este extenso argumento a favor de la modularidad de los sistemas de entrada reorientó el campo cuando se publicó en 1983, y las respuestas siguen surgiendo hasta hoy.
Modularity Of Mind es uno de esos raros libros que combinan un formidable vocabulario con un estilo comunicativo conciso. El humor seco de Fodor y su profunda familiaridad con los resultados empíricos relevantes redimieron la discusión ocasionalmente abstrusa. La afición del autor por la polémica no se hace patente en este ensayo. Cinco secciones dividen la obra:
Al discutir el neocartesianismo, Fodor establece la distinción entre las facultades innatas: las proposicionales y las arquitectónicas. En concreto, hay dos tipos de reacciones a la tabula rasa. La primera consiste en proponer que la mente no comienza la vida completamente indiferenciada; más bien, los bebés vienen al mundo ya poseyendo “mobiliario cognitivo”, como motores de representación de imágenes. El segundo tipo de reacción consiste en afirmar que los seres humanos nacen con un determinado conjunto de conocimientos preinstalados (por ejemplo, la gramática universal chomskyana).
La modularidad del cerebro
La ciencia cognitiva clásica parte de la base de que la cognición es computación y respalda la hipótesis del sistema de símbolos físicos. En consecuencia, fusiona dos posturas teóricas que en el siglo XVII se creía que estaban en conflicto. La primera es el racionalismo cartesiano, la noción de que los productos del pensamiento eran conclusiones racionales extraídas de la manipulación gobernada por reglas de ideas preexistentes. El segundo es el materialismo anticartesiano, la noción de que los procesos del pensamiento se llevan a cabo mediante mecanismos físicos.
La fusión del racionalismo y el materialismo ha dado lugar a la modificación de una tercera idea, la de innato, que es central tanto en la filosofía cartesiana como en la ciencia cognitiva clásica. Según Descartes, los contenidos de algunos estados mentales eran innatos y servían como axiomas mentales que permitían la derivación de nuevos contenidos (Descartes, 1996, 2006). En la ciencia cognitiva clásica se pueden encontrar variaciones de esta afirmación (Fodor, 1975). Sin embargo, es mucho más típico que la ciencia cognitiva clásica reivindique la innatez para los mecanismos que manipulan el contenido, en lugar de reivindicarla para el contenido mismo. Según la ciencia cognitiva clásica, lo innato es la arquitectura.
Ejemplo de psicología de la modularidad
La modularidad de la mente es la noción de que una mente puede, al menos en parte, estar compuesta por estructuras neuronales innatas o módulos que tienen funciones distintas establecidas y desarrolladas evolutivamente. Diferentes autoridades han propuesto definiciones algo diferentes de “módulo”.
Históricamente, las cuestiones relativas a la arquitectura funcional de la mente se han dividido en dos teorías diferentes sobre la naturaleza de las facultades. La primera puede caracterizarse como una visión horizontal porque se refiere a los procesos mentales como si fueran interacciones entre facultades como la memoria, la imaginación, el juicio y la percepción, que no son específicas del dominio (por ejemplo, un juicio sigue siendo un juicio tanto si se refiere a una experiencia perceptiva como al proceso de conceptualización/comprensión)). La segunda puede caracterizarse como una visión vertical porque afirma que las facultades mentales se diferencian en función de la especificidad del dominio, están determinadas genéticamente, están asociadas a estructuras neurológicas distintas y son computacionalmente autónomas.